Querida Nina,
La vida no es justa y justamente no lo ha sido contigo. Al ver tus ojitos brillantes y tu colita alegre es difícil imaginar todo el dolor que has pasado en tu corta vida, aún teniendo “dueños” fuiste abandonada desde hace quien sabe cuánto tiempo.
Tu lastimada piel cayéndose a pedazos, la cicatriz en tu pancita y tu frágil cuerpo cuentan las batallas que libraste. Te usaron, te quisieron mientras fuiste una esponjosa cachorra de raza y cuando creciste y enfermaste fuiste arrojada como objeto inservible a la calle donde te encontramos exhausta, débil y hambrienta.
No es justo Nina, pero ¿sabes qué? ¡Se acabó!, desde que te recogimos en la calle por la que tanta gente pasaba de largo indiferente o haciendo muecas de asco, te prometimos que jamás te abandonaríamos y en adelante lucharíamos contigo.
Ya no habrá más soledad, desprecios, golpes ni dolor, tu recuperación será larga, pero alzaremos la voz por ti, te curaremos y te encontraremos una familia que te merezca y que sea digna de todo el amor que sabes dar.
Cada compra asegura 1 semana de alimento para Nina.
Texto redactado por Edith Perez.
1 comentario
Hola buenas tardes. Estoy leyendo la historia de nina, ¿pudieron encontrarle a una persona responsable que cuide de ella para toda la vida?